conciencia en evolución para hacer evolucionar a la humanidad

abriendo caminos para el desarrollo humano

Para Rudolf Steiner: “los límites del conocimiento” se convierten en un estímulo para el crecimiento.

A través de su famosa pintura de 1896, Paul Gauguin planteó las siguientes preguntas: “¿De dónde provenimos? ¿Qué somos? ¿Hacia dónde vamos?” Tras una maravillosa vida de auto-desarrollo, Steiner podía ofrecer respuestas tan profundas como prácticas.

Esta página y sus futuras adiciones comenzarán a desdoblar las percepciones centrales de Steiner.

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La naturaleza humana y la Evolución

Rudolf Steiner nació dos años después de que se publicara el libro: El Origen de las Especies de Charles Darwin. Dicha publicación permitió a las ciencias de entonces mirar al ser humano como un animal llegado a su superioridad por el simple estrés de la sobrevivencia.

La afirmación de la religión antigua sobre el origen divino del ser humano comenzó a perder cabida. Pronto, Nietzsche declararía: “Dios ha muerto. Y nosotros lo hemos matado”. Cualquier signo de moralidad empezó a ser cuestionado como un mero medio de control. Para el momento de la muerte de Steiner, acaecida en 1925, la violencia insensata de la Primera Guerra Mundial había destruido la confianza europea depositada en la bondad y en la idea de perfectibilidad del humano.

Steiner a lo largo de su vida trabajó en torno a las preguntas sobre la composición y naturaleza humana. Como fundamento, Steiner investigó el origen del pensamiento y la unificación de las percepciones sensoriales con los conceptos que conforman la “realidad”. Trabajó también con el método de la observación receptiva de Goethe, que permite al fenómeno cuidadosamente observado hablar por sí solo.

Después de iniciado el siglo XX, publicó una serie de “libros básicos” en donde detalla el levantamiento del conocimiento: Cómo conocer los mundos superiores, la naturaleza del alma y su entorno: Teosofía, y sobre los orígenes cósmicos del ser humano: La Ciencia Oculta, un bosquejo cincuenta años después de las revelaciones de Darwin.

El ser humano es un mineral en el cuerpo que dejamos atrás. Estamos vivos como las plantas y dotados de sentidos como los animales, aunque somos, exclusivamente, portadores de un Ego, de una identidad: el “Yo Soy”. Y contamos con un potencial que evolucionará más allá de eso, partiendo de nuestra propia naturaleza. La humanidad evoluciona sobre el plano de la conciencia, no de la sobrevivencia física. En los años sesenta -desde la perspectiva práctica de la “jerarquía de las necesidades” que se requieren para la “auto-realización” o humanidad sana-, el psicólogo americano Abraham Maslow postuló ideas similares, que incluyen un potencial final que podría llegar más lejos, es decir, hasta la “auto-transcendencia”. El término que utilizó Steiner que se equipara con esa idea, es el: “Yo espiritual”.

La visión holística de Steiner sobre la naturaleza y del ser humano tiene mucha utilidad para la vida individual y comunitaria. Actualmente nos acercamos a un encuentro dramático con la inteligencia artificial (AI) y con la robótica como colaboradores, competidores o reemplazos; es aquí donde la perspectiva de Steiner sobre nuestra naturaleza y potencial humano sigue siendo enormemente oportuna.

La forma de nuestras vidas

Mucho del conocimiento propuesto por Steiner corresponde con alguna sabiduría antigua. Sin embargo, él acertó con la insistencia de que primero su método fuera llevar a cabo sus propias investigaciones para compararlas después con las tradiciones y textos sagrados. Lo anterior se confirma con el hecho de que sus reportes constantemente enriquecen y expanden las informaciones  que nos han llegado del pasado. En otro de sus "libros básicos”: Cristianismo como hecho místico, pretende reconectar a la religión Cristiana con las “religiones misterio", con implicaciones llamativas.

La vida cotidiana se convierte en el espacio donde puede emerger un mayor significado para cada quien, según las investigaciones de Steiner. Para un mayor contexto, Steiner reafirmó la idea antigua de las vidas repetidas. Como en años recientes algunas personas han dicho: “Somos seres espirituales viviendo una experiencia humana”, no al revés. Siglos antes en palabras de Shakespeare: “El mundo entero es un escenario, y todos los humanos son meramente actores".

Sin embargo, para Steiner no es meramente un actuar sino un proceso de desarrollo para nuestro ser que perdura.

En su Calendario del Alma, Steiner nos imagina semana a semana durante el transcurrir de las estaciones del año, siendo remojados repetidamente en la misma secuencia de humores y situaciones terrenales: solares-cósmicos; creciendo en conciencia de nuestra conexión profunda con el mundo entero. Entonces, si estamos participando como actores en una obra ajena, será el camino trabajar para volvernos autores.

Tiempo antes Shakespeare usó las palabras anteriores en su gran parodia sobre las “siete edades del ser humano"; pero es Steiner quien brinda un significado más serio a los septenios y sus labores, que se muestran primero en nuestro cuerpo, vida y sensibilidades; después en nuestra relación evolutiva con el mundo. Dentro del gran esquema, ahora empezamos a percibir una espiral elevándose; el círculo recurrente del oriente unido a la línea de progreso oriental. “No existe ni mayor ni menor para el alma creadora” dijo Emerson. Cualquier aspecto de una existencia humana puede permitirse revelar el interés y el significado de la era del materialismo que para entonces ya no se encontraba en su apogeo, es decir, se había aplanado el crecimiento de este pensamiento.

“Mi alma y el mundo son sólo uno…”

El paradigma cultural moderno nos ha separado del mundo en el que actualmente seguimos incluidos. No fue simplemente por error, al remover al ser humano del centro conceptual de la realidad, es como pudimos desapegarnos y volvernos observadores “objetivos".

Sin embargo, pareciera ahora que ese desapego es, cada vez más, hacia nosotros mismos.

Mediante la restauración de la humanidad y la conciencia humana a su lugar verdaderamente central, es como la cosmovisión de Rudolf Steiner, es decir, la “antroposofía”, reabre una multitud de preguntas importantes.

Y sugiere que los aspectos de la civilización moderna indeseables y, tal vez, catastróficos puedan ser vencidos, si nos elevamos a un punto que abrace a la ciencia pero que suba más allá de ella.

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Un "Calendario del alma”

Corría el año de 1912, cuando Steiner creó un Calendario del alma, en donde se puede leer una serie de versos semanales que hablan del cambio de las estaciones del mundo natural y cómo nuestra vida interna ayuda a la evolución de nuestra conciencia.

[Ver y descargar aquí una guía por Herbert O. Hagens, fechas para el Calendario en 2020-2021.]

En un artículo publicado primero en la revista Orionen el otoño de 1999, titulado: La vida única dentro de nosotros y en el exterior, y escrito por la profesora Gertrude Reif Hughes, se describe al Calendario de Steiner como un despertar personal: “Ese año pude «leer» el Calendario del alma tal y como Steiner lo diseñó: como una meditación”.

“Es ahora que el Calendario me entrega sus regalos, los siguientes siete años trabajé con él casi a diario. Observé a los versos más como acertijos que como poemas. Las descripciones no sólo representaban procesos presentes en mi ambiente, también despertaron los procesos que ocurrían en mi alma. Anteriormente no había percibido ese eco, el cual es fundamental para el Calendario. Ahora lo comienzo a confirmar con mi propia experiencia”.

Puedes leer el artículo completo de la profesora Hughes republicado en la edición otoñal del 2012 en being human, como parte de una sección especial dedicada al centenario del Calendariovinculado aquí.

Existen en línea muchas ediciones del Calendario del Alma. La que está disponible aquí:
Lili Kolisko Institute – Te permite revisar también la forma eurítmica que Steiner proponía para el verso de la semana.
calendarofthesoul.net: Además contiene otros elementos especiales.(Si de inicio sólo ves el texto en alemán, deja el cursor sobre el texto para ver las otras opciones)